"Hay que cantarla como si en vez de pelo tuvieras un monte de mil árboles que se agitan al viento en medio de un incendio." Oh, que poesía... En épocas de ghosting y desapego extremo, siempre nos queda el arte para morir de amor sin efectos secundarios ni regaño de terapeuta.
Aquellos amores prohibidos no entendían de desapegos ni de recetas de prozac...se discutían a navajazos y se cantaban a voz en grito. Quizás podamos pasar por alto los cuchillos pero no las canciones ni la intensidad. Renunciar a eso, jamás, querida.
Este texto es maravilloso. Un exorcismo.
Gracias querida.
"Hay que cantarla como si en vez de pelo tuvieras un monte de mil árboles que se agitan al viento en medio de un incendio." Oh, que poesía... En épocas de ghosting y desapego extremo, siempre nos queda el arte para morir de amor sin efectos secundarios ni regaño de terapeuta.
Aquellos amores prohibidos no entendían de desapegos ni de recetas de prozac...se discutían a navajazos y se cantaban a voz en grito. Quizás podamos pasar por alto los cuchillos pero no las canciones ni la intensidad. Renunciar a eso, jamás, querida.